La famosa es fiel a los dispositivos de la marca, que sigue perdiendo terreno ante Apple y Samsung; la firma podría abandonar el negocio de los dispositivos para enfocarse en la venta de ‘software’.
Kim Kardashian West simplemente no se harta de BlackBerry. El aparato es su “corazón y alma”. Incluso guarda uno extra en caso de que uno se quiebre o que la compañía se extinga.
“Amo BlackBerry y cada vez que lo digo la gente me mira horrorizada de que tenga una BlackBerry y no entiendo la reacción”, dijo ayer lunes en una conferencia de tecnología en California.
Kardashian y BlackBerry no son exclusivas. “Uso el iPhone para redes sociales”, dijo. Su imperio en línea incluye cerca de 25 millones de seguidores en Twitter, 24 millones de amigos en Facebook y 20 millones de seguidores en Instagram. Incluso tiene éxito con su app ‘Kim Kardashian: Hollywood’.
Pero en lo que a escribir correos se refiere, nada como una BlackBerry.
“Siento la necesidad del teclado”, dijo.
El problema, aseguró, es que le gusta una versión anterior que ya no se vende en tiendas, por lo que busca reemplazos en eBay.
“Tengo tres en línea en mi habitación por si se rompen y solo me quedan dos. Me siento ansiosa de que se acaben”.
Kardashian está preocupada de que la compañía, que ha perdido terreno frente a Apple y Samsung se hunda y desaparezca.
“Temo que se extinga”. La completa desaparición de BlackBerry, que tiene un valor de mercado de 5,500 millones de dólares parece poco probable. Pero la compañía podría abandonar el negocio del hardware que Kardashian ama para enfocarse en software y servicios corporativos.
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