Ya sabíamos de la existencia del terminal pero no ha sido hasta hoy cuando hemos conocido en profundidad este nuevo teléfono. Un factor forma tradicional pero con un software moderno que busca hacerse un hueco y suplir algunas de sus carencias como la falta de aplicaciones tirando del ecosistema de Android. Veamos en profundidad qué nos ofrece el nuevo teléfono de BlackBerry.
Un homenaje a la Bold 9900
La pantalla, con una resolución de 720x720 píxeles tiene un tamaño de 3,5 pulgadas, una menos que Passport. El formato es algo más rectangular y menos cuadrado por lo que a priori será cómoda para utilizar con una mano. En el procesador podemos decir que los canadienses son clásicos y apuesta por un procesador Qualcomm de dos núcleos de 2012 con 2GB de RAM. Una combinación extraña donde parece que la memoria será clave para garantizar un buen rendimiento y ofrecer multitarea competente.
En la Passport vimos que BlackBerry se llevaba el trackpad al teclado. En este modelo vuelve a su posición original en forma de un pequeño panel justo debajo de la pantalla. Podemos realizar diferentes gestos o incluso como cursor. La pantalla, eso sí, es táctil por lo que podemos usarlo igualmente con los dedos.
El teclado, uno de los aspectos más icónicos, es una evolución del que vimos en la BlackBerry Bold 9900. A diferencia de este móvil de 2011, esta vez tenemos 40 teclas en una distribución de líneas rectas y no en curva. Cada tecla se ha diseñado de forma individual para que sepamos dónde empieza y acaba con solo tocarla, se mantienen las barras de acero entre líneas y la sensación táctil cuando las presionamos.
En la batería nos encontramos con 2512 mAh de capacidad. Teniendo en cuenta la resolución y el tamaño de la pantalla, es de esperar que la cantidad sea más que suficiente para aguantar un día sin problemas. En la compañía dan como dato oficial 22 horas en lo que ellos han definido como un uso variado. Tendremos que ver cuando llegue a nuestras manos si es realmente tan resistente como promete.
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