Detectar lo más rápido posible los síntomas de depresión es crucial. Teniendo en cuenta que este trastorno mental afecta a más de 350 millones de personas en el mundo y que es considerada la principal causa de discapacidad entre la población, utilizar la tecnología que ahora reposa sobre nuestras manos a diario no parece tan bizarro.
Así, una investigación llevada cabo por la Escuela de Medicina de la Universidad de Northwestern, en Evanston, Illinois (EE.UU.) propone una herramienta sencilla que ya se utiliza entre la comunidad médica ya sea para monitorizar las dietas, el ejercicio físico o los tratamientos. Gracias al uso del teléfono móvil también podremos saber si el individuo está deprimido o no.
Para ello, los investigadores realizaron un seguimiento de la cantidad de minutos que utilizaban el smartphone los participantes del estudio, así como sus ubicaciones geográficas diarias. En total participaron 20 mujeres y 8 hombres con una edad media de 29 años. El promedio de uso para las personas deprimidas fue de 68 minutos al día, mientras que las que no lo estaban, apenas utilizaron 17 minutos al día el móvil.
“La importancia es que puede detectarse si una persona tiene síntomas depresivos y la gravedad de los síntomas sin preguntarle ninguna cuestión.Ahora tenemos una medida objetiva de la conducta relacionada con la depresión y la estamos detectando pasivamente. Los teléfonos pueden proporcionar datos discretamente y sin ningún esfuerzo por parte del usuario”, explica David Mohr, líder del estudio.
Sobre la base de los datos del sensor del teléfono, los científicos pudieron identificar apersonas con síntomas depresivos con un 87% de exactitud, asociándolo además con una menor movilidad geográfica.
“Los datos que mostraron que las personas deprimidas tienden a no ir a muchos lugares y reflejan la pérdida de motivación que se ve en la depresión.Cuando las personas están deprimidas, tienden a retirarse y no poseen la motivación o energía para salir y hacer cosas”, agrega Mohr.
La investigación ha sido publicada en la revista The Journal of Medical Internet Research.
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