Un estudio de la operadora británica O2 muestra cómo nuestro cuerpo ha cambiado a causa del smartphone.
Nuestro smartphone ya es como una extremidad más para nosotros —pues no podemos despegarnos de él— y dado a sus múltiples funciones nos ha facilitado la vida enormemente. Sin embargo, sabemos que tiene efectos secundarios: además de afectar nuestra vida social ahora también nos está afectando físicamente.
La operadora británica de celulares O2 ha lanzado un estudio que afirma que el uso del celular provoca que se agranden los dedos pulgares, debido a los constantes toques en la pantalla táctil.
La investigación, realizada con 2.000 personas, ha revelado que 1 de cada 20 adultos ahora tiene un dedo pulgar más grande que el otro, pasando dos horas aproximadamente usando el celular. Dentro de este conjunto, 1 de cada 10 de ellos tiene entre 18 y 34 años.
El 30% de los usuarios de celulares dijeron que notaron cambios fisiológicos en su cuerpo y según el estudio, el dedo pulgar de la mano que más utilizan los usuarios para manipular el celular ha crecido un 15% (en promedio) en comparación al de la otra mano. Por otro lado, muchos también notaron cambios en el dedo meñique; de hecho el 8% de la población afirmó que han desarrollado marcas en ellos.
De acuerdo al reporte, esto puede ser resultado del uso prolongado del celular: el tocar y deslizar la pantalla táctil a cada rato y además tener que acomodar la mano para que no se nos caiga el teléfono —pues éstos son cada vez más grandes y difíciles de tomar con una mano— hacen que el músculo del pulgar esté constante trabajando y el dedo meñique desarrolle curvas por la complicada manera en que sostenemos el smartphone.
Además, el 5% de los usuarios también afirmó que han experimentado "vibraciones fantasma" en sus bolsillos, o sea la sensación de que el teléfono les está avisando de algún mensaje o una notificación aunque ni siquiera tengan el dispositivo cerca.
Por último, el 19% de los entrevistados admitió no poder estar ni siquiera un día sin su celular y el 20% dijo que alguna vez se quedó dormido con el teléfono en sus manos. De éstos, uno de cada 10 usuarios tiene entre 18 y 24 años, los cuales reconocieron que incluso se les cayó el celular tratando de afirmarlo estando acostados. ¿A quién no le ha pasado?
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