¿Sabes que ya existen clínicas de desintoxicación para smartphone-adictos? Estos son los síntomas de que tu pasión por las redes sociales se está convirtiendo en un problema serio, reseño el portal Muy Interesante.
En los últimos tiempos la adicción a las redes sociales se está convirtiendo en algo cada vez más común. Olvidarse del móvil llega a producir ansiedad a aquellos que no son capaces de mantenerse ni un segundo alejados de él. Nadie, hoy en día, sería capaz de poner en entredicho los beneficios que han traído consigo las nuevas tecnologías, sin embargo, condicionar nuestra vida a un dispositivo móvil puede llegar a ser perjudicial para la salud. Incluso se han tenido que abrir clínicas de desintoxicación para aquellas personas adictas a estos aparatos.
Con la proliferación de las redes sociales nos estamos volviendo cada vez más dependientes de nuestra vida virtual. Snapchat, Facebook, Instagram están sustituyendo a la vida real. Expertos sobre el tema consideran que la adicción a las redes sociales es similar a la sensación que provoca el consumo de drogas como la cocaína o el éxtasis. En las redes sociales se suelen proyectar sólo los momentos positivos de nuestro día a día por lo que las interacciones con los demás usuarios suelen aportar una sensación gratificante de reconocimiento y felicidad.
Hay algunos signos que pueden ayudar a conocer nuestro nivel de dependencia a las redes sociales:
Lo primero que haces al abrir los ojos es consultar todas tus redes sociales en busca de novedades.
Revisas con mucha frecuencia tus perfiles en redes y esperas obtener con la mayor inmediatez posible un feedback positivo.
Muestras síntomas de frustración si no consigues notoriedad en tus redes.
Exploras con avidez las publicaciones de tus “amigos” en busca de sus nuevos acontecimientos y te sobreviene el pensamiento de que su vida es mejor que la tuya.
Estar con mucha gente no te impide estar actualizando tus perfiles constantemente.
Tienes la necesidad de publicar y fotografiar todo lo que te sucede, desde tus comidas diarias hasta tu pose antes de dormir.
Das “me gusta” compulsivamente a todas las publicaciones de tu muro.
Sustituyes las conversaciones cara a cara con las charlas a través de internet, en las que sientes más comodidad.
Te mantienes en línea casi todo el día.
Salir de casa sin tu teléfono es sinónimo de estrés y taquicardias.
Es importante evitar este tipo de comportamientos y aprovechar el uso de las redes con sentido y moderación. Por eso lo ideal sería apagar el móvil por las noches y priorizar las relaciones personales antes que las virtuales.
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